Hubo un día una mujer que dijo mar
y se le llenó de sal la boca.
Dijo vuelo esa mujer
y quebró sus huesos en la caída.
Esa mujer dijo violines
y en un latigazo se cortaron sus cuerdas.
Hubo un día una mujer que cayó para siempre.
Y calló para siempre.
domingo, 24 de junio de 2007
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1 comentario:
Linda ella!
Un abrazo para ti y gracias.
B
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