
Antropofagia necesaria, maestro.
Isidora Aguirre
Cuídate.
Fúndete a los muros.
Mimetízate en la sombra.
Que una noche de éstas
te atrapo sin más
y te engullo entero.
Te pongo en mi mesa
adornada de flores,
con manteles largos,
con candelabros tristes
y
al filo de los cuchillos nocturnos
te degusto,
rociado de vinos,
bañado en salsa de castañas
hervidas
en su propia lluvia.