sábado, 11 de octubre de 2008

NOMBRARTE














Quiero enumerarte en el silencio
transformada en calendario lunar
en reloj de arena
en aguja temblorosa girando detrás de las sombras.
Quiero volverme fracción de luz
y volcarme en el tiempo
sin manecillas ni campanadas.
Quiero verterme agua desde la greda
miel desde el cáliz
vino desde las ánforas
y caer en tu boca.
Sin voz ni sonido
bajar tus murallas
tocar tus veredas
rozar tus altares
Quiero trocar mis naranjales por tus brazos.
Tener atrapada tu silueta fantasmal entre los labios
y nombrarte:
Faraón del olvido
Flor de los desiertos
Piel de esfinge.

viernes, 30 de mayo de 2008

ESPEJO ROTO


Miles de fragmentos de espejo
devuelven
tu imagen multiplicada.
Desde cada uno de los trozos
te despides
y yo...
ya no sé qué hacer
con tantos adioses.

miércoles, 9 de abril de 2008

EN ESTO DE AMAR...



En esto de amar
hay algo de desnudarse
de sacarse la piel
de curtirla
con soles poco usuales.
Tiene un poco de fundirse
de olvido de sí misma
de renuncia
de estrujar la vida
destilando sudores
humedades
pálidas sensaciones desmayadas.
Hay algo de morir
de agonía
de agotarse de a poco
de no importa
de a pesar de todo.
En esto de amar
hay algo
de no amarse.

sábado, 22 de marzo de 2008

HIERBATERA


En este cuarto cuelgo
ramitos de toronjil en las ventanas
con collares de ajo ahuyento los fantasmas
aromo mis sábanas de menta y de cilantro.


En este cuarto guardo
ramitos de romero en los balcones
albahaca y manzanilla en los cajones
lavanda y hierbabuena en los rincones.

En este cuarto aguardo
rumor de hiedra roja en las paredes
y mientras se me llena el corazón de musgo
deshojo margaritas de hojas embusteras.

lunes, 4 de febrero de 2008

ANTROPOFAGIA NECESARIA

-¿Antropofagia?-
Antropofagia necesaria, maestro.

Isidora Aguirre




Cuídate.

Fúndete a los muros.

Mimetízate en la sombra.

Que una noche de éstas

te atrapo sin más

y te engullo entero.

Te pongo en mi mesa

adornada de flores,

con manteles largos,

con candelabros tristes

y

al filo de los cuchillos nocturnos

te degusto,

rociado de vinos,

bañado en salsa de castañas

hervidas

en su propia lluvia.

jueves, 3 de enero de 2008

SONETO DE LA BESTIA

















A la nada me voy: No busco nada
no persigo, no te evoco, ni te invoco
quiero darme a mi instinto y es tan poco
anhelarme loba libre en la manada.

Me regalo una luna enharinada
que acompañe la locura de los locos
en su pálida blancura es donde toco
de un adiós su canción desafinada.

En la noche es mi aullido el que te alerta
a poner en tu ventana las aldabas
y poner firme cerrojo a toda puerta.

Que la fiera que hay en mí fuerza la entrada
para que el fino colmillo de esta bestia
dignifique su venganza a dentelladas.

martes, 4 de diciembre de 2007

PIROMANÍA

Ser farol, ser candil
tibia flama que chamusca
tus dedos andariegos.

Ser candelabro altivo
y sostener
tu procesión de llamas encendidas.

Ser esperma y derramarse
en la concavidad rosada de tus palmas,
en las líneas que declaman los destinos.

Ser pabilo interminable, mecha virgen
carbón que se enrojece con tu llama.

Ser antorcha, fogata mansa, brasa candente.

Y ser también aceite
para tu lámpara imperiosa.

sábado, 10 de noviembre de 2007

NATIVA


Lanza la de mis dedos
hundidos en tu pelo
desmalezándolo todo

Brasa la de mi corazón
desmadejado y desnudo
en su fogata latiente

Relámpago el de mis ojos
clavados en la ausencia
de los tuyos cegados

Cerbatana la de mi lengua
infiltrando en tu lengua
su reptil costumbre

Curare el de mi saliva

miércoles, 10 de octubre de 2007

MUERTE NUMERO NUEVE



Oye tú...Capitana de ataúdes:

Aquí en mi pecho
tu timón marino
para que puedas zarpar
al océano de una lágrima.

Aquí en mi cuerpo
el muelle quejumbroso
que despide en pañuelos
tu lluvia de gaviotas.

Apura Capitana
que la memoria es frágil
y no puedo darme el lujo
de olvidar cómo se muere.

sábado, 15 de septiembre de 2007

MALEFICIO DE DAR


Dame la luz/la sombra/la tiniebla pura
dame el rencor/el amor/dame la tormenta
la más cruda página
la flor más marchita/ la mustia amapola:
Dame las cerezas.

El calor/el sudor/el frío que quiebra
dame también el sol/el volcán/el candor:
Dame tu simpleza.

La dura certeza de tu alma de luto
la música dame
la lluvia/la risa/el pan/el poema:
Dame tu riqueza.

Tus trenes/tus barcos/tus suaves gemidos:
Dame tu tristeza.

Tus cartas/tus dudas/dame tus andenes
recibo afanosa todos tus misterios
los huelo/los toco y casi en secreto
te los doy desnudos:
Dame tus desvelos.

En sábanas blancas te arranco los sueños
dame la agonía/los besos/la luna
dame los fantasmas que habitan tu espejo.

miércoles, 15 de agosto de 2007

AGUA FRESCA



Si notas que hondamente
en ti cae una gota

que silenciosamente
horada tus murallas

y subrepticiamente
se infiltra por tu sangre...

Irremediablemente
sabrás que me hice agua

y navego en tu cuerpo
desvergonzadamente.

miércoles, 25 de julio de 2007

ELLA Y EL








Ahí estaba Ella.
Redonda, fresca y jugosa
Aromada y semillosa
El amor la hacía bella.

Ahí estaba Él.
Acalorado y sediento
Con el aire de su aliento
Marcaba su redondez.

Él le sacaba la máscara
Mientras la iba desnudando
y Ella se iba quedando
Como una fruta sin cáscara.

domingo, 24 de junio de 2007

VIAJE SIN VUELTA

Cuéntame el secreto de la luz acorralada
en el fondo cavernoso de mi tierra más húmeda
hasta donde desciendes ávido y sediento
a posar por ti mismo tus pequeñas luciérnagas.

Dibuja en tu piel el mapa hasta mi centro
la marcha deliciosa del viaje que emprendiste
no escatimes detalles, las señales no sobran
para alumbrar la ruta de goces y placeres.

Acuna los gemidos en tu oído dispuesto
resbala por los bordes filantes de mi abismo
que tu viaje sin vuelta desprecie el parpadeo
del faro que pretendes alzar en mi arrecife.

Y cuando en la tormenta implores por auxilio
sabrás que tierra adentro es posible el naufragio
subirás desde el fondo vacío de luciérnagas
a nacer nuevamente desnudo entre mis piernas.

BESTIA

Bestia bramaré
Persiguiendo el perfume de tu huída
Viento abajo, pasto seco:
El colgajo de tu piel en las espinas.

Te daré ventaja
Bestia aullaré a la luna o a la lluvia
Senda arriba, bosque oscuro:
El hueco de tu huella en el camino.

Con ojos amarillos
Bestia miraré la sombra de tu fuga
Noche adentro, tan silencio:
El ruido de una rama fracturada por tu pie.

Con el hocico rojo
Bestia lameré la sangre de tu herida
Carne abierta, alma que huye:
El luto de tu muerte en mis ojeras.

MASCARAS

Detrás de la máscara mis ojos
detrás la piel, la faz enmascarada
detrás la suavidad, los labios rojos
detrás la voz sutil, la risotada.

Detrás el pelo oscuro, las ojeras
detrás las cejas negras, las pestañas
detrás la palabra aventurera
detrás la incertidumbre que me empaña.

Detrás el beso, el grito, la mirada
detrás la lengua, el llanto, la faz muda
detrás nadie diciendo que no hay nada
detrás de aquella máscara desnuda.

SALIR DEL SILENCIO

(Del libro "Territorio de Silencio")

Salir del silencio
austera y asustada.

Salpicada de secretos
sumida
en insondables sensaciones
en la soledad que subyace
en las palabras
con resuelta y segura sutileza
sumando
sortilegios
sucesos
situaciones.

Sombra subiendo al sol.

Salir del silencio
significa
ser
símbolo
signo
señal visible
de mis sencillas semejantes
y suplir
de singular manera
sus silentes siluetas soterradas.

Salgo del silencio
subvertida.

ALAZANA

Como potranca sola en la ladera
galopa la hembra humana, desolada
al viento su crin larga y enredada
azota su cintura y sus caderas.

Relincho hay en la boca lastimera
resuena el triste eco en la quijada
vacío de una queja vuelta nada
tras el veloz trotar de su carrera.

Hay que verla desnuda y desbocada
aromada del perfume de los notros
y sus ancas por la luna iluminadas.

Huele al aire la presencia de los otros
y con celo de potranca encabritada
escoge a su alazán entre los potros.

DILO

Nómbrame.

Desliza por tu boca
mis vocales redondas

degusta el grueso vino
de esas consonantes

qué vibre de placer
tu lengua en mis acentos.

Nómbrame.

Modula esa palabra
mordida como fruta

el tibio pronunciar
tu boca saborée

de tu garganta escoge
la voz que me señale.

Nómbrame.

Invéntame otros nombres.

No dejes de nombrarme.

ADVERTENCIA

Guarda el tuyo bajo llaves:
Ando en busca.

Te aconsejo que lo escondas:
Voy de caza.

Es mejor que te asegures:
Hurgo todo.

Cuando quiera te lo encuentro:
Te lo advierto...

Que de un roto corazón busco reemplazo

LAVANDERA DE LA MUERTE

Igual que las antiguas araucanas
llevé a lavar mi muerte allá en el río.

Despacio la saqué de mi canasta
como quien saca a un niño dormido de su cuna.

En voz baja le dije: " No te asustes.
El agua está muy fría, mas, luego te acostumbras".

Rodilla en tierra y un canto de araucarias en la boca
hundí a mi muerte en las aguas torrentosas de ese río
por el que sus largos ropajes navegaron.

Ella no dijo nada.
Se dejó golpear contra las piedras
sin proferir palabra alguna.

Lavé, golpée, restregué, volví a golpear
su figura macilenta en las orillas.

El río me miró con ojos claros
dejando una pregunta suspendida.

Se llevó por respuesta entre sus aguas
un murmullo como el llanto de las viudas.

Ya por fin terminada mi faena
estrujé la limpia muerte entre mis manos
y la puse a secar entre arrayanes.

A su lado me tendí la tarde entera
conversando sobre asuntos de mujeres
que no puedo repetir en estos versos.

En la puerta de la noche ya golpeaba
el lucero que nos dice: Hasta mañana.

La tomé con cariño y la doblé
y la puse otra vez en mi canasta.

Con las huellas del sol en nuestros huesos
caminamos en silencio hasta la ruca
donde ella me acostó sobre la tierra
cubriéndome con su traje olor a río.

DEGUSTAR

A barco solo, a mares
a gaviotas de tierra
a cielo sin vergüenzas
profundamente a cielo.
A naranjas, a incendio
al silencio borroso
del agua en donde flotas...
A brevísimas uvas
a destilado vino
sabe el beso lascivo
que sale de tu boca.

HISTORIA

Hubo un día una mujer que dijo mar
y se le llenó de sal la boca.

Dijo vuelo esa mujer
y quebró sus huesos en la caída.

Esa mujer dijo violines
y en un latigazo se cortaron sus cuerdas.

Hubo un día una mujer que cayó para siempre.

Y calló para siempre.

DESCALZA

Y de un zarpazo duro el cuero se alza
rasguño que a su piel la condecora,
medalla es el dolor que le devora
su costumbre de andar así, descalza.

Sublima tanto ardor en una danza
el ritmo de una música la mora
copiándole los tonos a la aurora
del rojo de su sangre el suelo mancha.

Ya insensible al dolor tan recurrente
hay espinas de rosas en sus plantas
que le vacian la vida lentamente.

Sin queja de dolor, tan sólo canta
y el sonido que le brota en la garganta
acompaña su hemorragia mansamente.