
Ahí estaba Ella.
Redonda, fresca y jugosa
Aromada y semillosa
El amor la hacía bella.
Ahí estaba Él.
Acalorado y sediento
Con el aire de su aliento
Marcaba su redondez.
Él le sacaba la máscara
Mientras la iba desnudando
y Ella se iba quedando
Como una fruta sin cáscara.